martes, 24 de agosto de 2010

24 de agosto de 1944



Repasar fechas históricas, como la que celebramos hoy, debiera ser norma básica en la educación popular.

Recordamos un episodio inolvidable, corria agosto de 1944, Paris andaba sometida a los mandatos de aquel loco subvencionado. Trabajadores de distintos gremios se sublevaban sucesivamente ( gendarmes, carteros, trabajadores del metro...). El Partido Comunista Francés, trabajando clandestinamente, convocó una huelga general para el 18 de Agosto.

Se levantaron barricadas, dificultando así los desplazamientos de los vehículos alemanes, a la vez que las escaramuzas con las tropas alemanas de ocupación empezaron a ser frecuentes y con cierta virulencia en los días siguientes, alcanzando el máximo nivel el 22. Por otra parte, se produjeron combates de importancia en la Prefectura de Policía de París, que fue tomada por los sublevados el 18.

La huelga fué todo un éxito, el gobierno de Vichy no daba abasto y por si fuera poco las tropas aliadas avanzaban rapidamente hacia la capital francesa.

El 21 de agosto, la Resistencia francesa, concretamente el Comité Parisino de Liberación, lanzó el siguiente llamamiento:

Parisinos
La insurrección del pueblo de París ya ha liberado a numerosos edificios públicos de la capital. Ya hemos obtenido así una primera gran victoria.
La lucha continúa. Debe proseguir hasta que el enemigo sea expulsado de la región parisina.
Más que nunca, todos al combate.
Responded a la orden de movilización general. Uníos a las FFI.
La población debe, por todos los medios, impedir los movimientos del enemigo.
Derribad los árboles, excavad fosos antitanque, levantad barricadas. Es un pueblo victorioso el que recibirá a los Aliados.



El general Leclerc forzó la situación ante los Aliados al dar la orden de avance hacia París (contra las órdenes de su superiores estadounidenses) a los elementos de vanguardia y reconocimiento de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, entre los que destacaba la 9ª Compañía de Reconocimiento, al mando del capitán Raymond Dronne, conocida como La Nueve y formada casi exclusivamente por españoles antiguos componentes del Ejército Popular Republicano, que igualmente eran una parte importante de los efectivos de la División; el batallón en el que se integraba La Nueve estaba al mando de Joseph Putz, un voluntario de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española.



Partiendo desde sus posiciones en Argentan, el ataque francés se hizo sin recibir apoyo aéreo de los aviones aliados, en un avance de 200 km encabezado por La Nueve rodeando por el sur las fuertes posiciones defensivas establecidas por los alemanes al oeste de París, siendo recibidos en medio de una auténtica explosión de júbilo popular en los suburbios, con los ciudadanos franceses celebrándolo en las calles, elemento que contribuía a retrasar el avance de las tropas, entorpecidas por la ocupación de las calles de pueblos y ciudades. Sucedía que, en realidad, hacía ya dos meses que París esperaba a los estadounidenses, a pesar de la propaganda que emitía Radio-Paris afirmando la victoria de la Wehrmacht en la batalla de Normandía («Radio-Paris miente, Radio-Paris es alemana», afirmaban los resistentes); y a menudo tras el enemigo que se batía desordenadamente en retirada por las afueras, se veía ondear la bandera tricolor francesa (junto con la bandera tricolor republicana española) enhiesta en las torretas de los carros de combate M4 Sherman. A la sorpresa inicial le sucedía un indecible orgullo, con lo que las masas ocupaban las calles, se subían a los carros, mientras que las banderas tricolores ondeaban por todas partes y se propagaba el rumor, que lentamente llegaba hasta París: «¡Los franceses, son franceses de Leclerc!».

Amado Granell comentaba:

La población civil se abalanzaba sobre nosotros. Vivas, aplausos, aclamaciones. Siempre besos y siempre flores. Las botellas de buen vino francés se vaciaban sobre nuestras cabezas a manera de bautismo pagano.





La ciudad rumoreaba La Marsellesa a coro mientras las afueras de París eran un hervidero de duros enfrentamientos con las tropas alemanas. La Nueve, en cuyas filas formaban 144 soldados españoles, y una de cuyas secciones estaba al mando del teniente Amado Granell Mesado (veterano de la Guerra Civil española en la que mandó el Batallón de Hierro y la 49ª Brigada Mixta del Ejército del Centro en tanto que Mayor de Milicias), compuesta por tres carros de combate y algunos vehículos ligeros (11 semiorugas y 4 vehículos), con nombres de batallas como Madrid, Brunete, Guadalajara, Guernica, Ebro, Teruel, en recuerdo y homenaje a la participación de todos ellos en la Guerra Civil española, precedía audazmente al grueso de la División, entrando en París por la Puerta de Italia para acudir a reforzar a los miembros de las Fuerzas Francesas del Interior (FFI) ante el edificio del Ayuntamiento de París, el 24 de agosto a las 21 h 22', a pesar de que en la ciudad seguía habiendo una guarnición alemana compuesta por entre 16.000 y 20.000 hombres.

París fué liberada, Los españoles que combatieron y salieron victoriosos dieron fé de ello, lograron resarcirse de la derrota sufrida anteriormente por Franco y su cuadrilla de secuaces.

La historiografía francesa, seguida por la mayor parte de los historiadores, siempre había eludido tratar el tema de la participación de los exiliados republicanos españoles refugiados de la Guerra Civil Española, hasta que en el año 2004 la Alcaldía de París rindió público homenaje a dicha participación, incluyendo la colocación de una placa en su recuerdo.


La placa se encuentra en un muro junto al río Sena, en el Quai Henri IV, y fue inaugurada el 24 de agosto del 2004 por Bertrand Delanoë, alcalde de París, en presencia de Javier Rojo, presidente del Senado de España y de una delegación de políticos españoles que posteriormente rindió homenaje a los supervivientes españoles de la Liberación de París.

También se bautizó una vía de la Liberación con el recorrido seguido por La Nueve.

Asimismo fue destacada la presencia de republicanos españoles en la Resistencia de París. Charles Tillon, resistente parisino que luego fue destacado político y ministro francés, la calcula en unos 4.000 españoles. Secundino Serrano, sin embargo, recoge estimaciones actuales más reducidas, del orden de unos 500 republicanos en la Resistencia parisina.

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