sábado, 10 de abril de 2010
GULA
Curiosamente, los sectores más conservadores de la población tambien son, generalmente, los más acomodados y además, los más interesados en defender la fé cristiana y la santidad vaticana.
Esto no es casualidad, ellos conocen perfectamente el funcionamiento del sistema al cual le deben todo y lo explotan al máximo de sus posibilidades para sacar todo el probecho posible y así, progresar en su afán de posesión y dar rienda suelta a todos los placeres que el dinero les puede ofrecer.
Este sistema hace aguas por todas partes, a pesar del claro interés por mantener a flote el barco, todos los cubos del mundo no son suficientes para achicar el agua que lo inunda y en el caso del Vaticano y de quienes les sirven, nos encontramos con que cada vez hay mas agua y menos barco.
Los mismos que defienden la fé verdadera y única son quienes la quebrantan en mil pedazos con sus acciones, dando siempre el ejemplo contrario.
Grandes mesas para grandes comensales, hablando de sus grandes (y siempre santos y bendecidos) negocios y llenando sus grandes estómagos a costa de la sangre de una clase obrera que algún dia despertará de nuevo, hará temblar de miedo a quienes tienen más y hará de la gula algo ocasional para todos y no algo diario de unos pocos.
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