martes, 6 de abril de 2010

CORRUPCION







Capitalismo y corrupción son una misma cosa, no podemos pretender acabar con la corrupción desde una óptica capitalista.
Marx demostró que en la base misma de la producción está instalada la corrupción que se materializa en las múltiples formas de adulteración de los productos industriales (mercancías) a las que recurren los capitalistas desde el mismo inicio del industrialismo para rebajar la inversión en los costos y poder competir con ventajas "extras" en el mercado. De manera que si la base productiva misma del sistema está corrompida (sin ética) nada extraño tiene que los procesos de circulación que ella genera estén contaminados por la corrupción. Esto es, hablando claro y conciso, que no podemos evitar que la corrupción se instale como algo cotidiano en un sistema que premia al que mejor compite en el ámbito económico.

El caso Gurtel no es mas que la punta de un iceberg que no hace mas que crecer cada año. Este iceberg ha salpicado y sigue salpicando a políticos, jueces, cuerpos de seguridad del estado, empresarios, banqueros, funcionarios y hasta a la iglesia. no son pocos los escándalos que han salido a la luz y más son los que jamás conoceremos.

El propio rey de España, receptor de alabanzas de los partidos dominantes (es muy campechano, da buena imagen en el exterior, gracias a el se consolidó la democracia, etc..), es símbolo de la democracia española, más aun cuando indagando uno se encuentra con más que sospechosas amistades (Mario Conde, Mohamed VI rey de MArruecos, Ruiz Mateos...) o con actuaciones no menos extrañas para ser el monarca de "todos los españoles".

Su intermediación a favor de los intereses de las multinacionales españolas y de las cúpulas de la CEOE han marcado su labor como máximo representante del Estado en el exterior, sus desapariciones en extrañas circustancias, su conocido por todos alcoholismo desenfrenado, sus relaciones extramatrimoniales, las extrañísimas circustancias del 23-F jamás investigadas, sus respuestas fuera de tono en multitud de ocasiones ( la polémica respuesta del rey ante una pancarta de un miembro de IU que rezaba "no a la guerra" a la que respondió: ¿no a la guerra porqué? a mi me gusta la guerra; el famoso ¿porque no te callas?...), las comisiones por el petroleo importado por España de paises árabes, su inmunidad diplomática, el sospechoso asesinato "accidental" de su hermano por su parte, y un largo etcétera que algún dia me centraré en comentar aún a riesgo de perder mi libertad por "injurias a la corona".

Si nuestro rey, el de todos, el que nos representa, es rey de la corrupción, de la falsedad y de la mentira institucionalizada, ¿qué podemos sino esperar de los políticos a los que siempre apoyó, de sus siervos y defensores, de la burocracia española y de su propia idiosincracia? efectivamente todo lo que a lo largo de los años estamos viendo, algo que no podemos pretender que arreglen los que jamás pretendieron arreglar nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario